lunes, 14 de junio de 2010

NEMATODOS: ASESINOS SUBTERRANEOS


También conocidos como nematodos, nematodes y nematelmintos, son un filo de vermes pseudocelomados con más de 25.000 especies registradas, el cuarto del reino animal por lo que se refiere al número de especies, y un número estimado mucho mayor, tal vez se conocen vulgarmente como gusanos redondos debido a la forma de su cuerpo en un corte transversal.
Son organismos esencialmente acuáticos, aunque proliferan también en ambientes terrestres. Se distinguen de otros gusanos por ser pseudocelomados, a diferencia de los anélidos que son celomados al igual que los animales superiores. Existen especies de vida libre, marinas, en el suelo, y especies parásitas de plantas y animales, incluyendo el hombre, al que provocan enfermedades como la triquinosis, filariasis, anquilostomiasis, ascariasis, estrongiloidiasis, toxocariasis, etc. Sin embargo el número de especies que parasitan directamente al hombre y las que parasitan plantas (nemátodos fitoparásitos) son un grupo muy pequeño en comparación al número de especies del filo Nematoda.
Estos cambios traen como consecuencia una disminución del crecimiento, y la muerte de las plantas en es severos. Asociados con otros patógenos del suelo (virus, bacterias, hongos) dan origen a edades complejas de difícil control. Como no generan síntomas específicos en la parte aérea de la planta, la mayoría de los productores ignoran su presencia. Enviando al INTA, Universidades o a la EEOAC una simple muestra de suelo o raíces, todos los productores pueden determinar la situación en su lote.
 
¿Nunca se preguntó por qué no logra alcanzar todo el potencial de la semilla que compra a pesar de realizar una nutrición adecuada y combatir plagas e insectos con éxito? La respuesta a esta pregunta puede estar bajo el suelo, o dentro de las plantas que tanto cuida. Según un informe del Dr. Eliseo Jorge Chaves, responsable del Laboratorio de Nematología del INTA-EEA Balcarce, los nematodos que se encuentran en los suelos cultivados de nuestro país pueden provocar diferentes grados de daño en plantaciones de soja, maíz, trigo, girasol, papa y hortalizas. El nivel de daño depende de la susceptibilidad de la planta hospedante y de las condiciones de temperatura y humedad del suelo, entre otros factores. Incluso algunas especies están capacitadas para sobrevivir a la falta de alimento o a las condiciones adversas del medio durante varios meses y aún años, y vuelven a desarrollarse tan pronto como estas condiciones se normalizan.


Potencial de daño:
Las pérdidas causadas por el ataque de nematodos en distintos cultivos permiten conocer la importancia de estos parásitos desde el punto de vista económico. Estos parásitos generan pérdidas que han comenzado a evaluarse con la utilización de nematicidas, que permitieron realizar ensayos de comparación entre plantas sanas y enfermas. La Secretaría de Agricultura de los EE.UU. estimó, para 1965, pérdidas anuales de 372 millones de dólares sobre 16 cultivos, en 1968 se estimaron pérdidas del 9.9 % del total de la cosecha en treinta cultivos de interés económico, y J. N. Sasser en 1979 midió disminuciones del rendimiento del 24 % en cultivos de papa para regiones tropicales.
Durante la última reunión técnica Syngenta/ Aapresid/ Aacrea, desarrollada en Paraná hace pocos meses, el Ing. Eleodoro Del Valle, especialista en el tema, señaló que en Argentina, durante la campaña 2008/09, los nematodos generaron pérdidas del 10% del rendimiento en maíz y del 10,6% en soja.
Nematodos habitantes del suelo:


Tanto en muestras de suelo como de partes vegetales se encuentran distintos tipos de nematodos, los cuales pueden ser caracterizados por su hábito alimenticio. En general, se reconocen cinco grupos: bacteriófagos, fungívoros, omnívoros, predadores y fitófagos. Los nematodos fitófagos se alimentan de tejidos vegetales: raíz, tallo, hoja y semilla. De acuerdo con la forma de alimentarse, los fitófagos se diferencian en tres grandes grupos: ectoparásitos, porque se alimentan de las células epidérmicas de la raíz, eventualmente de la corteza, sin penetrar en los tejidos; semiendoparásitos, porque penetran en las células de la corteza, de donde se alimentan; y endoparásitos, capaces de ingresar en la raíz para alimentarse de las células del periciclo, induciendo la formación de células gigantes o sincitios (Globodera, Meloidogyne) y agallas radicales en el caso de Meloidogyne.




Nematodos encontrados en nuestro país:

Según señala el informe del Dr. Chaves, en los suelos cultivados de nuestro país se han encontrado diferentes géneros de nematodos fitófagos de importancia agrícola. Ente ellos, el género Globodera, reúne las especies que forman quistes redondos; en este grupo se encuentra el nematodo quiste de la papa, Globodera rostochiensis. El género Heterodera presenta quistes en forma de pera y en forma de limón; en este grupo se encuentra el nematodo quiste de la soja, Heterodera glycines.
Otro habitante común en nuestros suelos es el nematodo espiral, Helicotylenchus. Las especies de este género habitan en suelos pesados y en suelos arenosos, y son moderadamente perjudiciales. Algunas variedades comerciales de maíz y soja son muy buenos anfitriones, y si bien no existen hoy variedades resistentes, sí puede haber diferencias en la susceptibilidad.
El otro género característico es el Meloidogyne, que reúne a las especies que viven en zonas de altura, en climas tropicales y en regiones de climas templados. La temperatura óptima del suelo para el desarrollo de Meloidogyne se encuentra alrededor de los 25 º C. La eclosión de los huevos de esta especie, el escape de los juveniles y la infestación de las raíces depende de las condiciones ambientales y no de sustancias químicas secretadas por la raíz, como es el caso de los nematodos quiste. El rango de hospederos de los Meloidogyne abarca muchas y variadas especies vegetales, incluyendo malezas. Los síntomas aéreos generalmente son la reducción del crecimiento y la producción de menor cantidad de hojas, las que son pequeñas y cloróticas y tienden a marchitarse en tiempo caluroso. Las raíces infectadas presentan agallas cuyo tamaño depende de la densidad de los nematodos, la especie involucrada, la temperatura y otros factores; sin embargo, algunas especies no forman agallas en la raíz.

El género Pratylenchus comprende nematodos endoparásitos migradores, es decir, que viven tanto en el suelo como en el interior de las raíces en todas las fases del desarrollo, de juvenil a adulto. Prefieren los suelos arenosos y húmedos que les permiten moverse con facilidad. La temperatura óptima del suelo para su normal desarrollo varía con la especie, pero prefieren regiones de climas templados y cálidos. Los síntomas aéreos en las plantas atacadas están caracterizados por áreas circulares de plantas cloróticas y enanas. Pratylenchus causa la muerte de las células de la raíz, formando zonas necróticas características. Estas zonas son la vía de entrada de otros organismos patógenos secundarios de la podredumbre, los cuales aceleran el proceso de pudrición y culminan con la muerte del sistema radical.
El ciclo biológico de los nematodos fitófagos se desarrolla en el suelo o dentro de la planta, según la modalidad de alimentación, y en él se diferencian tres estados: huevo, juvenil y adulto.

Gira Syngenta por la zona núcleo:


Los especialistas de Syngenta recorrieron lotes de soja y maíz en Santa Fe y Buenos Aires, y en Córdoba, hasta la localidad de Alta Gracia. En todos los campos donde monitorearon plantas se encontraron nematodos. La principal especie detectada fue el nematodo espiral (Helicotylenchus sp.), presente en el 94% de las 300 muestras tomadas. Según indica el U.S. Department of Agriculture (USDA), más de 100 Helicotylenchus/100 cm3 de suelo es una densidad alta y nociva para el cultivo de maíz, causando retraso en el crecimiento.
En las zonas de 9 de Julio y Carreras se encontró Meloidogyne. Según sostiene el Ing. Pablo Rugeroni, del Servicio Técnico Syngenta, “a medida que nos acercamos a la zona centro de Córdoba la presencia de Meloidogyne se va incrementando. Vimos lotes con alta infestación en Pilar, Alta Gracia, Lozada y Laguna Larga”. También se encontraron Pratylenchus, Paratylenchus y Helicotylenchus.

Formas de Resistencia:


Los nematodos del suelo, y entre ellos los fitófagos, han desarrollado mecanismos de resistencia que les permiten sobrevivir en condiciones ambientales adversas. En Meloidogyne este mecanismo se observa en la protección de los huevos de la desecación por medio de una matriz gelatinosa que los envuelve y que es secretada por la hembra. Esta matriz es de color amarillo y puede verse en los tubérculos de papa muy infestados. En Globodera y Heterodera los huevos “larvados” quedan protegidos dentro del quiste, que es el cuerpo endurecido de la hembra muerta.






El nematodo del tallo, Ditylenchus dipsaci, sobrevive a la desecación formando una masa de juveniles del cuarto estadio en los tejidos muy infestados.
Algunas especies de nematodos pasan los períodos desfavorables protegidas por el tejido que parasitan; otras, en cambio, sobreviven quedando inactivas en el suelo (quiescencia, senescencia). El período de inactividad depende de las reservas alimenticias y de las condiciones ambientales.





Cómo atacan la planta hospedante:



Los nematodos fitófagos se alimentan introduciendo el estilete en los tejidos de la planta. El estilete es una formación dura, en forma de aguja hipodérmica, que sirve para romper la pared celular. El esófago de estos parásitos actúa como bomba aspirante y permite el paso del jugo celular hacia el intestino.





Algunos nematodos causan un daño mecánico leve en las células de las que se alimentan, sin que en éstas se operen cambios visibles; otros, por el contrario, provocan lesiones importantes.

Además, algunos estimulan cambios en las células que parasitan por medio de sustancias que ellos segregan o por medio de sustancias que produce la planta en base a la presencia del parásito. El ejemplo más conocido es la formación de agallas en las raíces atacadas por Meloidogyne sp, las cuales se forman por hipertrofia (aumento del tamaño celular) e hiperplasia (aumento del número celular) de las células de la corteza y el periciclo.

Para combatir el daño que generan los nematodos en cultivos de soja, maíz, trigo, girasol o papa, Syngenta está trabajando en un nuevo producto que saldrá al mercado este año.



viernes, 4 de junio de 2010

PROBLEMAS AGRICOLAS ACTUALES Y CAMBIO CLIMATICO

"Los problemas agrícolas actuales que podrían ser agravados por el calentamiento y que deberían ser foco de las medidas destinadas a reducir la vulnerabilidad incluyen los cultivos en lugares con condiciones climaticas o de suelo deficientes (por ejemplo, poca humedad en el suelo de algunas áreas, agua en exceso en otras, o suelo con niveles altos de salinidad, alcalinidad o acidez). A causa del calentamiento, esas condiciones podrían generalizarse o la agricultura tendría que expadirse hacia áreas con suelo mas pobres, o ambas cosas, Las medidas concentradas en aumentar la productividad agrícola en las condiciones marginales actuales aliviarían el hambre en el futuro, se produzca o no un cambio climatico.


De manera similar, como habrá aumentado tanto de temperatura como de Co2, es preciso desarrollar variedades de cultivo que puedan aprovechar esas condiciones. El progreso logrado en estos enfoques no depende en la mejora de nuestra capacidad de pronosticar detalles sobre lugares especificos en los análisis de impacto. Estas medidas de adaptación dirigida deberían complementarse con el desarrollo de variedades de cultivo con mayor rendimiento y menor impacto y practicas agrónomicas mejoradas, a fin de lograr una mayor producción de alimentos por acre. Eso ayudaría a reducir el hambre y al mismo tiempo, brindaria numerosos beneficios adicionales en terminos de biodiversidad y desarrollo sostenible."


Ref. Indur M. Goklany. Qué hacer con el cambio climatico. Washington, D.C. 1 de julio de 2008